lunes, 23 de noviembre de 2009

Diccionario de las Artes.

ARTE.
El arte es una forma de expresión del ser humano, el cual cree reflejar sus ideas, sentimientos, sensaciones, etc., utilizando como herramientas unas técnicas artísticas.
El arte no tiene consistencia real, sino de idea, solo se representa físicamente o visualmente en la obra de arte. Arte es igual a lenguaje, que sólo existe como ideal.
Es una forma de conocimiento como lo son la ciencia y las letras.

El arte es el lenguaje que habla al alma de cosas que son para ella el pan cotidiano, que sólo puede recibir en esta forma. Kandinsky, Vasili. “De lo espiritual en el arte”.

No se debe confundir arte con las artes, ya que son muy diferentes entre sí.
El arte es un concepto filosófico que se insinúa en el Renacimiento italiano, crece y se hace adulto durante la Revolución francesa y el imperio napoleónico, y absorbe todo cuanto quedaba de las artes en el periodo romántico y positivista. La unión de todas artes en un único arte, fue originado por las Vanguardias. Azúa, Félix.

Wagner fue uno de los primeros en plantear la unión de las artes en un mismo arte, ya que él pensaba que la obra de arte, implicaba la fusión de todas las artes. Aunque ya desde Platón, se concebía las artes como un solo arte, el cual se entiende como copia de la idea.
Antiguamente, las artes eran desempeñadas por los artesanos, como oficios. En definitiva, las artes lo abarcaban todos los tipos de oficios o trabajos. Los oficios eran la elaboración de todo tipo de productos cuyo fin estaba destinado a la producción. Por ejemplo; el sastre, el pescador, el escultor, pintor, carpintero, etc., Cada uno entendido en su oficio o arte.
Lo que nosotros conocemos como bajo la designación de arte, para los griegos es técnes y en los romanos ars. Todo esto es debido a que la “separación entre técnica y artes” han sido exploradas tan solo alrededor de los últimos siglos.
El arte comprende el concepto de todas las artes, fusionadas en un único arte, que atiende a una evolución contenida en una historia del arte propia en constante desarrollo.

Si se acepta que hay tal cosa como un solo Arte, es decir, una entidad unitaria y cognoscible que engloba y subsume a todas las prácticas particulares de cada sociedad y de cada individuo en el terreno de de cada una de las artes, entonces las artes carecen de significación: sólo son eslabones de la gran Cadena del Arte, la cual no es sino un momento diminuto de la Historia del Espíritu, la cual es a su vez un momento del despliegue de Dios. Azúa, Félix.

Si solo existiera un arte como tal, todo creería estar actuando con total libertad, que no sería en absoluto nada de esto. El artista quiera o no, o mejor consciente o inconsciente, actúa bajo algún tipo de propósito. Ya sean creencias u otros valores.
Cada práctica artística es un instante, un fragmento del significado global. El arte si es libre, de hecho es el único que lo es totalmente. Solo éste conoce su destino y lo dirige. Mientras el artista es el ejecutador, que está lleno de valores que atienden a necesidades y actitudes del momento, sujetas a los cambios y novedades que se han determinado en un momento.
Aunque este tema no es reconocido por la mayoría de los artistas, ya que creen o quieren creer ser libres. Los productos artísticos son vendidos bajo este concepto, pero la cruda realidad es que atienden a una necesidad sociohistórica; no obstante si el público conoce esta premisa o es consciente, de seguro no se interesaría en la obra como tal. De esta manera es vendible el producto, pero no solo como actuación comercial sino también como consideración de la obra de arte (de la que hablaré más adelante).

Por otro lado si se considera que no existe un solo arte, éste se convierte en actividad igualable a cualquier tipo de actividad, ya se artesanía o no (esto es tratado más adelante).
A pesar de todo este planteamiento, los artista que continúen con su labor; unos mejor o otros peor, o simplemente diferente. Esto siempre va a ocurrir, y no se trata de llegar a la liberación del artista en cuanto a totalidad que vence o alcanza la idea suprema de Dios. Ni Dios existe como tal (independientemente de creencias) ni el arte como punto de fusión sobre éste. El arte puede que emplee unas técnicas determinadas buscadas, como finalidad o impuestas para elaborar el arte del momento. Se trata de una constante predominante en la evolución del arte, que resuelve su historia. El arte no es un saber absoluto, tampoco Dios.

Las artes se muestran en el presente; el Arte flota en la atemporalidad, es decir, en el instante de la simultánea creación y destrucción del Mundo. Azúa, Félix.

Se ha creado un círculo detonante en esta época por artistas y seguidores, que atienden a la noción tratada anteriormente, la cual es totalmente incompatible con la noción de arte, pero es algo que parece no acabar y muy complicada de acotar, ya que está sujeta a un cambio insostenible en tanto que se entiende el arte como tal y su no acabamiento.
Vuelvo a lo anterior, el artista de la época y sus fieles, consideran el arte que se está manifestando en la actualidad como verdad absoluta. “Ese artista que nos conduce o muestra esa obra disfrazada como saber absoluto, obviando cualquier noción de aspecto artístico.
En esta noción va en contra con la propia noción de arte. Pero es aquí donde se demuestra los recursos del arte para sobrevivir o existir, frente a la afirmación de la in-diferenciación de las técnicas y las artes, como tal regreso.
Daría su sentido final a la etapa concluida de las Vanguardias, es decir, de las prácticas unificadas bajo la tutela filosófica. Como todo acabamiento, también éste parece inacabable.

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